SUSTENTABILIDAD
URBANA
El intenso crecimiento
demográfico e industrial, la falta de estrategias de planificación así como el
desconocimiento del valor ecológico y socioeconómico de los ecosistemas han
inducido a graves problemas de contaminación e impacto ambiental y la pérdida
de valiosos recursos naturales y económicos en todo el mundo. Esta situación ha
determinado la necesidad de incorporar la variable ambiental y los criterios
ecológicos dentro de las políticas orientadas hacia el planeamiento y el
desarrollo sustentable de las actividades humanas con el fin de hacer
compatibles la conservación y el aprovechamiento de los recursos naturales con
el desarrollo social y económico.
El análisis del fenómeno urbano
es cada vez más complejo porque las ciudades se han hecho más complejas. La multiplicidad de agentes que sobre ella
actúan, la diversidad de factores que es necesario considerar para su adecuada
planificación, los propios fenómenos que trae aparejada la globalización
requieren, a su vez, de análisis más elaborados.
La necesidad de tener acercamientos
a la realidad de participación de quienes hacen posible el “hacer ciudad” ha
obligado a transformar las herramientas de planificación hacia modelos más
abiertos, flexibles y efectivos, que fomenten una aplicación inmediata de
acciones y no generar una imagen objetiva y correcta pero inalcanzable y poco
operativa.
De este modo, un proyecto
urbanístico implica elementos técnicos, políticos, económicos, sociales,
jurídicos y ambientales que terminan por definir un proyecto de ciudad.
Las ciudades son sistemas
conformados por otros sistemas naturales, físicos y culturales que se
interrelacionan formando uno único. A su vez, las ciudades dependen de recursos
de los más variados como territorio, material, alimentos, combustible y estos
recursos, cuando se dispone el fin de su vida útil, son desechados o
transformados produciendo en la mayoría de los casos impactos ambientales que
repercuten a escala local, regional y finalmente global.
Las tendencias actuales apuntan a
una mayor participación del urbanismo bioclimático enfocado a un desarrollo
sostenible de las ciudades. El urbanismo bioclimático integra los ordenamientos
al entorno y gestiona los recursos de
una manera eficaz mejorand, de este modo, la calidad de vida; traza una serie
de principios básicos como la gestión eficiente de los recursos materiales y
energéticos, la minimización del impacto sobre el medio ambiente (aire, suelo y
agua); estudia las huellas ecológicas, el ecosistema urbano y sus ciclos, el
ciclo atmosférico de las ciudades, el viento, la radiación solar, el ciclo
hidrológico urbano, el agua superficial y sus condicionantes, el ciclo de la
materia orgánica y los residuos, el ciclo de la energía, las formas del
relieve, estudiándose el suelo y el subsuelo como soporte de la ciudad
incluyendo la vegetación y sus propiedades ambientales. Todos estos elementos
como condicionantes del diseño urbano.
El planteo general del proyecto
se puede traducir como la sostenibilidad en el planeamiento, el diseño
arquitectónico y el sistema constructivo, respondiendo a los siguientes
criterios:
• Una
Ordenación Urbanística que favorezca la aplicación óptima de los criterios de
aprovechamiento bioclimático sobre la cual se asiente todo el desarrollo de la
ciudad y que esté fundamentalmente basada en una orientación de los edificios
para favorecer la captación solar, la colocación de pantallas frente a los
vientos dominantes y la disposición de superficies vegetales entremezcladas con
las calles y repartidas entre las viviendas, consiguiendo microclimas puntuales
en espacios privados.
• Un
Diseño Arquitectónico de los edificios que sea capaz de combatir eficazmente
las inclemencias del clima tanto en verano como en invierno con condiciones
específicas como pueden ser las cubiertas planas para la colocación eficaz de
paneles solares, el diferente tratamiento de fachada según orientación y la
colocación en las fachadas galerías acristaladas que sirvan como colectores pasivos.
• Un
Sistema Constructivo apropiado con uso de materiales de elevados niveles de
aislamiento, superficies con suficiente capacidad acumuladora, y materiales
sostenibles que permitan una edificación que sea acorde a los efectos
pretendidos.
La ciudad y el territorio son
característicos tanto por su complejidad como por estar en continua
transformación. En este proceso de modificación continua, además, intervienen y
participan diferentes agentes (propietarios del suelo, promotores
inmobiliarios, políticos, técnicos, ciudadanos) que presentan objetivos,
deseos, intereses y opiniones diferentes que pueden resultar antagónicos. Cada
uno de los agentes fomenta, con sus prácticas, la transformación de la ciudad tanto
en su vertiente económica como social, cultural, urbanística o ambiental. Por
esto, el principal objetivo de todo proceso de planificación estratégica urbana
es el de influenciar el futuro de la ciudad a través del consenso y la
coordinación de las acciones que llevarán a cabo los actores económicos y
sociales. Así, el plan estratégico permite definir y ordenar las acciones de
los actores individuales que convergen para alcanzar el objetivo común y
compartido.
El primer plan de planificación
estratégica aplicada a ciudades fue elaborado para la ciudad de San Francisco
en 1982. A partir de esa fecha el
concepto se desarrolló en Estados Unidos a lo largo de los ochenta. En el
continente europeo, España ha sido la pionera en la aplicación de la planificación
estratégica a las ciudades a partir de 1987, aplicándose por primera vez en la
ciudad de Barcelona como motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos de
1992.
En América Latina los ejemplos
sobresalientes de la aplicación de este tipo de planificación son las ciudades
de Curitiba, Brasil, constituido fundamentalmente por su sistema de transporte
creando soluciones innovadoras con
relativamente pocos recursos; Medellín, Colombia, donde se aplica una
metodología de participación con foros territoriales y sectoriales con la
apuesta a que su valor agregado es la inversión social; Rosario, Argentina, con
la construcción de una plataforma de consensos para generar el plan. Esta
última ha desarrollado lo que se denominó
“Plan Estratégico Rosario” en el año 1998 (ver imagen) y propuso como
visión el siguiente lema: “Rosario, una ciudad sustentada en el trabajo y la
creación, con oportunidades de vida y de progreso para todos sus habitantes,
que recupera el río y se constituye en punto de integración y encuentro en el
MERCOSUR”. Este Plan Estratégico ha sido muy exitoso y actualmente ha sido
reformulado, luego de 10 años, emprendiendo un proceso de revisión que conlleva
a la formulación en 2009 del PER+10.
Así, la planificación estratégica
puede definirse como una forma sistemática de manejar el cambio y crear el
mejor futuro posible para una ciudad. Es
un proceso creativo que sienta las bases de una actuación integrada a largo
plazo, establece un sistema continuo de toma de decisiones, identifica cursos
de acción específicos, formula indicadores de seguimiento sobre los resultados
e involucra a los agentes sociales y económicos locales a lo largo de todo el
proceso.
Podríamos enumerar a los
siguientes principios como básicos para la planificación estratégica:
• La
integración de las políticas municipales en materia económica, social,
ambiental y físico-espacial con los planes de desarrollo urbano. Esto
exige un proceso de gestión continuo
basado en la coordinación, la participación y la comunicación.
• La
participación ciudadana como foco de la gobernabilidad local, atendiendo sus
necesidades y demandas, garantizando sus derechos ciudadanos y fomentando la
participación y el debate plural.
• El
compromiso en la acción mediante la cooperación público-privada como foco de la
fortaleza económica, generando riqueza, empleos, calidad de vida y bienestar
socio-económico de todos los ciudadanos.
• La
canalización de la creatividad ciudadana con
el compromiso de la acción pública y privada para conseguir el aporte de
ideas, iniciativas, proyectos y programas de interés común y bienestar público.
• La
definición de un modelo futuro de desarrollo consensuado por la ciudadanía para
elevarlo a objetivo estratégico.
Comentarios
Publicar un comentario